Capitalismo Informático
Capitalismo informático
Fco. Javier Chaín Revuelta
Estructurada la economía del conocimiento con la tecnología genérica de la computadora electrónica-digital, se generó como efecto económico la aceleración del crecimiento de la productividad, principalmente en el procesamiento, almacenamiento e intercambio de información, crucial en un grupo muy amplio de sectores económicos. También surgieron nuevos bienes y servicios y se impulsó la adopción de un modelo organizativo de las relaciones de propiedad, centrado en las posibilidades de extraer rentas económicas del manejo de la información.
Algunas de las conclusiones observables es que la economía del conocimiento se sustenta sobre un tipo de tecnología que revoluciona la capacidad para procesar la información, pero su racionalidad económica conduce a un nuevo modelo organizativo. El informacionalismo representa, en consecuencia, ese nuevo modelo adoptado para extraer rentas económicas a las nuevas posibilidades en el manejo de la información. Lo anterior supone naturalmente una conversión masiva de conocimiento a información. La transformación del conocimiento en información es una condición necesaria para convertirlo en mercancía. Ello se explica porque el mercado de conocimiento es muy “delgado”, o sea, constituye un monopolio bilateral, en el cual comprador y vendedor asigna al bien un valor discrepante. Como la valorización se basa en la información es preferible hablar más bien de capitalismo informático que de capitalismo cognoscitivo.
Gracias a la utilización de la información como insumo productivo se incrementa explosivamente el valor de uso de los bienes (mayor calidad, variedad y sucesión acelerada de modelos) y por ende su valor. De lo anterior se desprende que el informacionalismo es un proceso acotado por la relaciones de propiedad capitalista y estructurado a partir de elementos tecnológicos, pero igualmente de transformaciones en los derechos de propiedad. Consiste en el uso capitalista del conocimiento a partir del procesamiento de la información como fuente del incremento de la productividad.
Paradójicamente, en tanto esta nueva organización productiva se basa en una elevada codificación del conocimiento como condición para la valorización, pone en peligro su capacidad de rendir pulsvalor, ya que aproxima el conocimiento a bien público no rivalizable. Si la estructuración de la economía del conocimiento y su interfase con el informacionalismo le confiere una gran importancia a los sistemas en el marco de una implacable progresión a la automatización, la clave para valorizar el capital depende de la nueva función del trabajo humano.
Aunque hay un elevamiento extraordinario de lo que Marx llamó composición técnica, el trabajo humano se potencia como trabajo complejo a partir de la actividad central de la programación como creador del lenguaje de instrucción para las computadoras electrónico-digitales, principalmente bajo la modalidad de aplicaciones para el desarrollo de software (software para crear software)
También se potencia en la concepción del producto o proceso a través del diseño y su cristalización como prototipo comercializable, en tanto eje de la coordinación global del proceso productivo, interconectando sus diferentes estructuras espaciales para dar continuidad a la alta valorización capitalista. fjchain@hotmail.com
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